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Formas rápidas de mejorar sus finanzas

Canadá es uno de los mejores lugares para vivir en el mundo. Hay asistencia médica gratuita, hermosos paisajes, educación accesible y mucho más. Sin embargo, los canadienses no se ven exentos a contar con un manejo pobre en sus finanzas personales.

Puede que la salud financiera de los canadienses no sea muy buena, pero usted puede hacer cambios hoy mismo. En este artículo, trataremos el tema de la relación de Canadá con el dinero y cómo puede hacer un cambio.

Salud financiera

El bienestar financiero, es el estado actual de la situación financiera personal de un individuo. Además, es la forma en que uno es capaz de aplicar los conocimientos financieros a su situación económica de forma eficaz. En una evaluación se suelen tener en cuenta los ahorros, los planes de jubilación, las inversiones, las deudas pendientes, el patrimonio neto y los flujos de caja. Las personas que carecen de salud financiera pueden tener mayor estrés emocional, problemas de sueño, disminución de la productividad y tensión en las relaciones.

Por desgracia, no existe un estado universal de salud financiera adecuada. Son muchos los factores que influyen en la salud financiera de una persona, como la ubicación geográfica, el estilo de vida y los objetivos financieros.

¿En qué situación se encuentran los canadienses con respecto a la salud financiera?

En el último año, el COVID-19 causó estragos en la vida de los canadienses, y en sus cuentas bancarias. La realidad es que los canadienses han ido posponiendo el ahorro para emergencias y han adquirido una deuda excesiva. Un estudio reciente reveló que el 49% de los canadienses estaba a $200 o menos de poder pagar sus facturas. De esas personas, el 25% dijo que ya se estaba retrasando en el pago de sus obligaciones.

La mala salud financiera es una cosa, pero los canadienses también están experimentando una confusión mental y emocional por sus finanzas. Según otro estudio, el 41% de los canadienses declaró que el dinero era la principal causa de estrés en sus vidas. Un estudio más reciente informó de que el 27% de los canadienses declararon que el miedo al impacto financiero por el COVID-19 era el mayor factor que contribuía a los problemas de salud mental. El dinero era un factor de estrés mayor que enfermar, perder a un ser querido o la soledad.

Esto significa que la mayoría de los canadienses viven en un estado de mala salud financiera. Para los canadienses que ya tenían problemas, la pandemia puede haberlos llevado al límite. Algunos pueden ser incapaces de alcanzar sus objetivos en la vida, como comprar una casa o ir a la escuela. Otros pueden enfrentarse a la bancarrota.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

Antes de que todos empecemos a reprocharnos por no haber ahorrado más y haber recurrido en exceso a la deuda, hay que darse cuenta de que hay un problema mayor en el centro del bienestar financiero de los canadienses, y no es culpa del individuo.

En primer lugar, hay factores económicos en juego, como el estancamiento de los salarios y el aumento del costo de vida.

En segundo lugar, hay construcciones sociales que influyen en cómo pensamos en la salud financiera. De un tiempo a esta parte, la seguridad financiera no se considera como algo ajeno a nuestro bienestar. En realidad, unas finanzas sanas son tan importantes como una nutrición adecuada, una vivienda y una educación básica, pero este concepto no se entiende como antes.

Además, la educación financiera no es algo que se enseñe en las escuelas, de lo que hablen las empresas o los empleadores, o de lo que hablen los medios de comunicación. Los canadienses han estado prácticamente solos en lo que respecta al manejo de sus finanzas. No es de extrañar que tengamos problemas.

Manejo de las emergencias financieras

Las emergencias financieras son inevitables, por lo que es importante planificarlas. Las emergencias financieras gestionadas eficazmente no afectan al crédito ni a la salud financiera. A continuación, se describen los casos más comunes y cómo puede tomar medidas para prepararse para ellos.

La emergencia financiera más obvia que han sufrido muchos canadienses es el COVID-19. La pandemia trajo consigo la pérdida de empleo, urgencias médicas y muchos otros problemas socioeconómicos.

La pérdida de empleo fue probablemente el mayor impacto imprevisto en las finanzas de los canadienses. La mayoría prevé que los gastos aumenten o salgan de la nada, pero la mayoría no espera perder su trabajo. Si ha perdido su empleo, el primer paso sería comprobar los programas de ayuda del gobierno a los que podría optar, como el seguro de empleo. Incluso con la ayuda del gobierno, puede resultar difícil cumplir con las obligaciones financieras.

Si tiene problemas, considere la posibilidad de pedir ayuda a consejeros de crédito u organizaciones similares sin ánimo de lucro. Pueden ayudarle a diseñar un plan de pagos mientras está sin trabajo. También puede ponerse en contacto con los acreedores para que le aplacen los pagos o le ofrezcan planes de pago temporales mientras se recupera.

Utilizar el crédito

Otro punto que vale la pena mencionar es no cerrar las tarjetas de crédito o las líneas de crédito. Esto puede parecer una forma de obligarse a gastar menos, pero puede encontrarse con una situación en la que necesite apoyarse en las deudas, y eso está bien cuando no tiene trabajo. Además, el cierre de cuentas afectará negativamente a su puntuación de crédito.

Afortunadamente, los canadienses disponen de asistencia médica gratuita, pero todavía hay que tener en cuenta algunos gastos médicos. Por ejemplo, las recetas, la atención oftalmológica, los gastos del dentista o incluso las facturas del veterinario para nuestras queridas mascotas. Un fondo de emergencia puede ayudar mucho a cubrir estos gastos si se tiene la mala suerte de encontrarse con uno.

Los problemas financieros mencionados anteriormente son comunes para los canadienses, pero la vida es imprevisible. Otros gastos imprevistos pueden ser desastres naturales, un cambio en las circunstancias de vida, rupturas de pareja, un fallecimiento en la familia, impuestos o gastos de reparación.

Disponer de un fondo de emergencia para cubrir estos gastos cuando surjan puede salvar su puntaje de crédito y hacer que la situación sea mucho menos estresante de afrontar. Si no está seguro de cuánto debe ahorrar, tres meses de gastos son un buen punto de referencia. La forma de ahorrar depende de usted: a cada persona le funciona una cosa diferente.

Los pilares del bienestar financiero

Una cosa es la capacidad de manejar eficazmente las emergencias financieras sin perjudicar su posición financiera. Otra cosa es el bienestar financiero general. Para mejorar su salud financiera, debe ocuparse de su deuda, sus ahorros y su patrimonio.

No debería sorprenderle que las deudas no sean buenas, especialmente en grandes cantidades. Por esta razón, crear un plan para eliminar su deuda es un paso importante hacia la salud financiera. Cargar con una deuda es engorroso porque es un recordatorio constante de su obligación. Pagarla lo hará sentir mucho más libre, tanto financiera como emocionalmente.

Un fondo de emergencia no es lo mismo que los ahorros. Los ahorros suelen ser para un fin concreto, como la compra de una vivienda, la vuelta a los estudios o la jubilación.

Una vez que haya acumulado algunos ahorros, debería considerar también la posibilidad de invertirlos. Algunas inversiones caducan en una fecha determinada, como los GIC y los bonos. Estos pueden ser útiles cuando se ahorra para un gasto que surgirá en un momento determinado.

Por último, el patrimonio neto es la cantidad de riqueza que ha acumulado. Normalmente, el patrimonio neto está relacionado con la propiedad o las inversiones. Por ejemplo, si compra una casa y el valor se revaloriza, tendrá un patrimonio neto positivo en la propiedad que contribuye a la riqueza. Lo mismo ocurre con otras inversiones, como las acciones o los objetos de valor.

Si tiene en cuenta sus deudas, sus ahorros y su patrimonio, podrá mejorar su bienestar financiero. Tenga en cuenta que el camino hacia una gran salud financiera no es fácil, se enfrentará a retos y cometerá errores por el camino, y eso está bien. Todo es un proceso de aprendizaje para que pueda adquirir más conocimientos financieros y crear riqueza.

Hábitos para una buena salud financiera

Hasta ahora, hemos repasado los conceptos generales de la salud financiera. Sin embargo, es posible que todavía se sienta perdido en cuanto a dónde empezar en su propio viaje financiero. A continuación, se presentan los hábitos financieros que suelen utilizar las personas con un fuerte bienestar financiero.

Presupuesto

Todos los canadienses trabajan duro por su dinero. Sin embargo, eso no significa que lo utilicen de forma inteligente o que sepan a dónde va. Un presupuesto es un plan sobre cómo va a gastar sus ingresos cada mes. Un presupuesto puede ayudarle a visualizar su situación financiera y a crear un plan para llegar a donde desea.

Para crear un presupuesto, comience por escribir todos sus ingresos y gastos línea por línea. A partir de ahí, haga un presupuesto que se adapte de forma realista a su estilo de vida. Puede ser útil establecer recordatorios de las próximas obligaciones financieras para que pueda prepararse en consecuencia.

Crédito

Su puntaje de crédito es una parte importante de su salud financiera. Si tiene un crédito saludable, es probable que tenga hábitos financieros saludables. Además, un buen crédito puede ayudarle a alcanzar sus objetivos vitales o a hacer frente a una emergencia. Puede controlar su puntaje de crédito utilizando aplicaciones gratuitas como Borrowell.

Como regla general, debe pagar siempre sus facturas a tiempo y en su totalidad para conseguir un buen crédito. También hay otros trucos, como mantener bajos los saldos de las tarjetas de crédito, pagar las deudas y mantener los créditos abiertos, aunque no los utilice. Sin embargo, el historial de pagos es el principal factor que influye en su historial de crédito.

Deuda

Es engorroso llevar las deudas con nosotros, así que ¿por qué lo hacemos? Puede ser un reto enfrentarse a ellas, especialmente después de haberlas arrastrado durante tanto tiempo. La realidad es que será un viaje poder pagar su deuda, pero puede liberarse de ella si se ciñe a un plan.

El primer paso para pagar las deudas es saber cuánto debe. A partir de ahí, puede diseñar un plan de pagos. Hay dos estrategias comunes que las personas utilizan: el método del tipo de interés más alto y el método de la bola de nieve. El método del tipo de interés más alto se explica por sí mismo: se pagan primero las deudas con los tipos de interés más altos.

La idea es que usted está pagando la deuda más cara primero para poder ahorrar dinero en el largo plazo. El método de la bola de nieve requiere que se pague primero la deuda más pequeña y luego la más grande. La idea es que cada vez que pague una deuda se motive al liberarse de ella.

Plan de jubilación e inversión

Cuanto antes comience a planificar la jubilación y a invertir, más fácil le resultará jubilarse en el futuro. Nadie quiere trabajar para siempre, así que intente adquirir el hábito de pagarse a sí mismo primero. No es necesario que lo ahorre todo, ¡pero ahorre e invierta algo!

Mejorar el bienestar financiero

Canadá no ha manejado bien su bienestar financiero, pero no es del todo culpa suya. En cualquier caso, es mejor mirar hacia adelante, no hacia atrás. Los canadienses deberían empezar a tomar el control de sus finanzas y aprender a crear riqueza por sí mismos.

Los estudios demuestran que las personas tardan aproximadamente 66 días en adquirir nuevos hábitos. Si comienza a tomar el control de su salud financiera ahora, ¡sólo tardará 2 meses en mejorar su situación a largo plazo.

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