Para Eugene, de 45 años, de Edmonton, el camino hacia las deudas no estaba pavimentado con compras frívolas, regalos extravagantes o múltiples tarjetas de crédito. Era simplemente una cuestión de salir adelante.

El padre de tres hijos dice que la hipoteca, el seguro y los intereses se combinaron para abrumarlo.

Ingeniero, Eugene se trasladó a Edmonton desde Filipinas en 2007 y aceptó un puesto de coordinador de proyectos tras enterarse de que no podía trabajar localmente como ingeniero. Tras instalarse, él y su mujer se plantearon su siguiente paso. Inseguro sobre la compra de una casa, dice que su mujer le empujó.

«Pensé que quizá no era el momento adecuado», dice, «pero mi mujer insistió».

A Eugene le dijeron que no era elegible para una hipoteca. «No nos aprobaron», se ríe. Sin embargo, para su sorpresa, al día siguiente recibió una llamada telefónica en la que se le informaba de que había habido un error y que, después de todo, lo habían aprobado.

Poco después de comprar su casa, la responsabilidad financiera empezó a pasar factura…

«Pagaba unos $2,500 al mes», dice Eugene. «Era el 85% de mi sueldo».

En 2009, el estrés resultó ser demasiado para soportar. ¿Cómo lo supo? Cuando contó todos los pagos, préstamos y el interés colectivo de todo lo que poseían entre él y su esposa, la deuda había alcanzado un máximo de $20,000. Eugene se sentía atrapado.

«Cuando me di cuenta de que estábamos en problemas, le dije a mi mujer: ‘Tengo la sensación de que deberíamos volver a casa'», recuerda. «Tenía que hacer algo, así que di el paso».

El camino hacia la libertad financiera fue tan sencillo como una breve búsqueda en Google. «Consolidated Credit estaba justo arriba. Llamé a la oficina, hablé con un señor y le expliqué mi situación. Pude hablar con alguien de inmediato y me dijeron que podían ayudarme. Me dieron un plan. Era muy manejable», explica. «Fue un gran respiro».

Sin embargo, el estrés de la situación ya había conseguido pasarle factura…

Eugene sufrió un gran infarto en 2009 y un segundo en 2012. El segundo infarto estuvo a punto de ser mortal, apagando sus órganos.

«El estrés crea problemas», dice. «Si es una persona que lleva tanto estrés dentro del cuerpo, no ve el problema hasta que lo siente. No se da cuenta».

Lamentablemente, Eugene está luchando ahora contra un cáncer en fase 3.

«Si no maneja bien sus finanzas, es como cavar su propia tumba. Poco a poco. Un día a la vez».

Eugene espera lo mejor para él y su familia, y ahora está completamente libre de deudas.

«Todo el mundo tiene problemas. Aprendí que siempre hay esperanza. Siempre hay gente que ayuda a la gente. Siempre hay alguien. La esperanza está esperando justo al lado de su ventana».

Si usted está luchando con sus propios problemas de deuda – particularmente si ese estrés está comenzando a afectar su salud – usted necesita obtener ayuda. Llame a Consolidated Credit hoy al (844) 330-5612 o dé el primer paso ahora con una solicitud de un Análisis de Deuda Gratuito.