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El bienestar financiero y sus efectos en la salud mental

Una cosa que la gente suele pasar por alto cuando se trata del bienestar mental son las finanzas. Las relaciones entre el dinero y la salud mental pueden hacer que los problemas se perpetúen en ambos lados. Para saber más sobre el bienestar financiero y su impacto en la salud mental, siga leyendo a continuación.

¿Cómo afecta el bienestar financiero a la salud mental?

Nos demos cuenta o no, el dinero se ha convertido en una necesidad en la vida. Técnicamente, no es como la comida o el agua que necesitamos para sobrevivir. Pero necesitamos dinero para costear la alimentación, la vivienda y otras necesidades en el mundo moderno. Obviamente, esto no siempre es ideal, pero es la realidad en la que vivimos. Por esta razón, los problemas de salud mental pueden surgir cuando se producen problemas de dinero.

Para entender cómo la mala salud financiera y la mala salud mental van de la mano, considere los factores de estrés diarios en su vida. Tal vez se trate de lidiar con un colega difícil en el trabajo. O tal vez sea hacer malabarismos con las necesidades de sus hijos y el trabajo en casa durante los cierres. Ahora, piense en lo que supondría tener, además, preocupaciones financieras diarias. Por ejemplo, ¿cómo va a pagar las facturas? ¿Cómo va a poner comida en la mesa? ¿Perderá su casa si no paga la hipoteca? La capa adicional de estrés financiero puede causar problemas de salud mental además de todo lo demás.

Salud mental y jóvenes trabajadores

En la última década, la concientización sobre la salud mental se ha disparado. Hay muchas razones por las que la salud mental está en el punto de mira, pero una de ellas es la juventud de la sociedad. Las generaciones más jóvenes han llamado mucho la atención sobre la importancia de la salud mental. En concreto, los Millennials y la Generación Z.

De hecho, muchos trabajadores jóvenes luchan contra la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental en el lugar de trabajo en comparación con sus homólogos de más edad. Es difícil precisar exactamente el motivo, pero es probable que sea una combinación de mayor competitividad, mayor costo de vida, inseguridad en la vivienda, inseguridad en el trabajo, largas jornadas laborales y tratar de lograr el equilibrio entre la vida laboral y la personal. Lo peor es que la mayoría de estos problemas de salud mental comienzan en la universidad y en el instituto. Además, el estigma de la salud mental en el lugar de trabajo supone un reto adicional para estas personas. Esto puede causar más ansiedad, depresión y estrés, lo que puede crear una espiral descendente. Los problemas que los trabajadores más jóvenes han experimentado en la última década no han hecho más que empeorar con la pandemia. La disminución de la tutoría y de la interacción social cotidiana ha afectado mucho a los jóvenes. Desgraciadamente, muchos directivos no están equipados con las habilidades necesarias para ayudarles a superar los problemas de salud mental. Esto se debe simplemente a que no era una preocupación importante hasta hace poco. Algunos expertos creen que los directivos deberían tener formación en salud mental.

¿Cómo afecta la pandemia de COVID-19 a la salud mental de las personas?

El principal aspecto de la pandemia de COVID-19 que está afectando a la salud mental de las personas es la falta de interacción social. Un cierto nivel de socialización favorece una salud mental adecuada. Desde hace dos años, gran parte de nuestra interacción social es a través de la tecnología, que no es lo mismo. Además, nuestra capacidad de ver a los amigos y a la familia se ha visto muy restringida. Incluso cuando se permite, hay ansiedad por la enfermedad y por respetar las restricciones correctas, que cambian constantemente.

Otro aspecto crítico de la pandemia que afecta a la salud mental es el estrés financiero. Muchas personas han perdido su trabajo o están sometidas a cierres patronales aleatorios. Para los que aún tienen un empleo, el miedo a perderlo puede desencadenar problemas de salud mental. Además, muchos tienen que sacrificar mucho para ganarse la vida, como los profesionales de la salud. También se está produciendo una inflación en la economía canadiense que hace que los precios de los alimentos, la gasolina, la vivienda y otras necesidades se disparen.

Otros aspectos de la pandemia del COVID-19 que afectan a la mental son la globalización y la tecnología fácilmente accesible. La globalización ha aumentado la presión competitiva. Con el trabajo a distancia, más personas pueden optar a trabajos que antes no tenían. Como individuo que solicita un trabajo, se enfrenta a más gente que antes de la pandemia. Para los que tienen trabajo, la tecnología ha hecho posible trabajar desde cualquier lugar. Sin embargo, estar pendiente del trabajo todo el tiempo puede causar estrés y reducir las oportunidades de realizar otras actividades, como relajarse, salir a pasear o dedicarse a un pasatiempo.

La vergüenza impide a los canadienses buscar ayuda financiera

La Asociación Canadiense de Nómina informó de que el 36% de los canadienses viven de cheque en cheque. Además, un interesante estudio mostró que muchos canadienses hicieron un propósito de Año Nuevo relacionado con sus finanzas y su bienestar financiero. Especialmente los que tienen 54 años o menos. Está claro que poner las finanzas en orden está en la mente de muchos. Pero si a tantos canadienses les preocupa el manejo del dinero, ¿por qué no buscan ayuda?

La razón principal es la vergüenza y el probable miedo a ser juzgados por quienes les rodean. Muchas personas también se avergüenzan y tienen miedo de buscar ayuda para problemas de salud mental. Una cuarta parte de los canadienses afirma que la vergüenza les impediría buscar ayuda financiera cuando la necesitan. De hecho, muchas personas que experimentan una situación financiera negativa están menos motivadas en el trabajo. Pero se sienten más impulsados a encontrar un nuevo empleo. En cambio, son más propensos a conseguir ayuda financiera o a buscar estrategias para manejar el dinero.

Los canadienses son optimistas respecto a 2022 a pesar de las preocupaciones financieras

Los canadienses no estaban precisamente entusiasmados por entrar en 2021 tras el tumultuoso año 2020. Sin embargo, acabó siendo mejor de lo que la mayoría esperaba. En un estudio reciente de Ipsos [ENG], el 46% de los canadienses coincidieron en que 2021 no fue tan malo como pensaban. En el mismo estudio, el 67% de las personas afirmaron sentirse positivas respecto al año 2022. Esto es así independientemente del bienestar financiero, incluyendo la alta inflación y el aumento del costo de vida.

Estas cifras indican que los canadienses están aprendiendo a vivir dentro de los nuevos parámetros a los que nos enfrentamos. Pero, aun así, hay muchas cosas que escapan al control financiero [ENG] de la gente. Por ejemplo, la inflación y el aumento del costo de vida. Incluso si se fija un objetivo financiero, como ingresar más en una cuenta de ahorros, es posible que no pueda alcanzarlo debido a la naturaleza imprevisible de la economía. Por el momento, los canadienses deberían hacer hincapié en lo que está bajo su control. Un buen objetivo es mejorar los conocimientos financieros.

¿Cómo podemos ayudarle a evitar y reducir el estrés financiero?

La conclusión es que la salud mental y el estrés financiero van de la mano. Al trabajar en su salud mental, el estrés financiero puede aliviarse. O, al ganar seguridad financiera, la salud mental puede mejorar. Hacer un cambio en su vida es siempre un reto, incluso si es un cambio positivo.

Consolidated Credit está aquí para ayudar a conseguir el bienestar financiero. Entendemos que pasar por problemas financieros es difícil, pero no estamos aquí para juzgar, sólo para ayudar. Solicite una consulta hoy mismo para comenzar su viaje de salud mental.

Consolidated Credit Canada puede ayudarle a manejar su estrés financiero. Póngase en contacto con nuestros expertos financieros.

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